El Monte Saint-Michel, un lugar sagrado

Monte Saint-Michel, un lugar sagrado

Desde Australia hasta el Círculo Polar, pasando por Europa, el mundo entero está habitado por lugares insólitos o sagrados con los que los hombres entran en comunión desde la noche de los tiempos. Para empezar esta maravillosa vuelta al mundo, le propongo que nos paremos en Francia, en el Monte Saint-Michel, un lugar sagrado… Maravilla entre las Maravillas.

¿Qué es un lugar sagrado?

Tierra de leyenda, Tierra de historia, Tierra Sagrada: en estos lugares maravillosos, reinan vibraciones particulares. Allí, escondidas como tesoros, duermen leyendas e historias tanto maravillosas como extraordinarias.

Algunas veces, son lugares de peregrinación o de recogimiento y otras, son lugares mágicos en los que todas las reglas naturales se le escapan a la razón científica.

Muy a menudo, nuestro mundo visible abre su puerta al mundo de las energías y de las entidades invisibles. Aquella persona que sabe ver, oír, entender y captar lo impalpable puede entonces sacar muy a menudo grandes beneficios.

Monte Saint-Michel, un lugar sagrado y maravilloso

El Monte Saint Michel, un lugar donde lo Sagrado y el Bien triunfan sobre el Mal.

Este islote rocoso de un poco más de 900 metros de circunferencia, situado en La Mancha en Francia es una verdadera joya. Incluso fue declarado patrimonio mundial de la Unesco en 1979.

Pero el Monte Saint-Michel es mucho más que un fabuloso lugar arquitectónico, también es un lugar sagrado absolutamente único en su género.

El Monte Saint-Michel, refugio para el Bien

De hecho, es allí donde San Miguel (Saint-Michel en francés), Arcángel y Príncipe de la Milicia del Cielo, luchó contra el Dragón ante el Obispo Auberto en el siglo VII.

Se dice que Auberto asistió a una escena absolutamente increíble, ya que vio con sus propios ojos a San Miguel derrotar a la bestia. El Dragón representaba evidentemente al “Maligno”.

Tras esta gloriosa batalla, San Miguel se le volvió a aparecer al obispo para pedirle que construyera una Iglesia en el monte. El Obispo puso esta orden en duda porque el Monte, en aquella época, estaba poblado por bestias salvajes, zarzas y matorrales.

El milagro de San Miguel

El Arcángel golpeó entonces fuertemente la frente del obispo hasta que se desmayó. Al recuperar el sentido, Auberto descubrió una huella entre sus dos ojos. Vio un prodigio en ello y empezó inmediatamente a hacer construir una iglesia en honor a San Miguel.

Desde entonces, hubo numerosas apariciones. Numerosos milagros tuvieron lugar en el Monte sagrado. Entre estos milagros, numerosas curaciones.

El Monte Saint Michel, un lugar que nunca se puede olvidar

Ya sea creyente o no, ya se dé crédito o no a las historias y leyendas que circulan en el Monte, hay una cosa segura: quien deambula una sola vez por las calles que hacen del Monte Saint-Michel, un lugar sagrado. Allí será atrapado por las energías, por la belleza del lugar y volverá profundamente transformado.

 

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