Baile, cante y grite…

baile, cante y grite

Divertirse cada día, recuperar su alma juvenil en algunos segundos, superar sus límites, todo eso es posible si practica los tres pequeños ejercicios a continuación: baile, cante y grite. No se necesita ningún material, ¡sólo usted! Así parezca algo muy sencillo, estos tres actos pueden ayudarle a liberar el alma y llenarla de vitalidad. 

Baile, cante y grite, esta es la clave

No importa el momento, si por la mañana, si por la tarde, si por la noche… Lo esencial es dejarse llevar por el momento. Si siente que algo le impulsa a hacerlo, no se contenga. Deje que la energia flote por su cuerpo. Su cuerpo está pidiendo a gritos el poder expresarse.

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Baile

Ya le he hablado de la actividad necesaria del cuerpo. En este marco, ya le guste o no bailar, no pierda nunca la ocasión de expresarse a través del baile y de librarse de su estrés. Y eso, que baile bien o no. Porque si baila mal, ¡un espejo será suficiente! Se hará reír, ya verá: ¡saber burlarse de su propia persona es una curación fabulosa!

Cante

Es lo mismo con el canto: ya se encuentre en la ducha, en el coche o en la selva, cante: usted aliviará sus tensiones y se escapará hacia las esferas espirituales. ¿En su opinión, por qué cantan los pájaros, criaturas celestiales por excelencia?…

Si desentona, volvemos a lo que le decía antes: búrlese de su propia persona, se lo garantizo, ¡le hará mucho bien!

Grite

¿Gritar finalmente?… Yo, que solo le aconsejo la suavidad, el equilibrio, la risa, ¿por qué podría aconsejarle gritar? El grito es un viejo método practicado por un viejo amigo mío que vivía cerca del mar, encima de un acantilado: cada vez que tenía preocupaciones serias, se iba hacia el borde de los acantilados y gritaba hasta desgañitarse.

Pese a que no haya puesto personalmente en práctica este tipo de método, puedo asegurarle que el resultado es sorprendente: mi amigo volvía “agotado” pero feliz… ¿Lo intentará?

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